miércoles, 18 de marzo de 2015
En la segunda mitad el siglo IX, pasados más de ciento cincuenta años desde la invasión del Islam, la población hispano-romana, tanto la convertida por la presión del nuevo sistema político como la que se ha mantenido fiel a la religión cristiana, se une bajo un caudillo genuinamente ibérico,
OMAR BEN HAFSÚN,
hijo y descendiente de visigodos.
Mientras la clase gobernante es árabe, la población vasalla es hispanovisigoda y se le adhiere espontáneamente para librarse de la opresión del emirato, que ahoga la vida privada y la hacienda.
A ella se unen incluso gentes bereberes, hartas del despotismo de la casta asiática.
Desde Bobastro levantará un reino cristiano que durará más allá de su muerte (hasta 928).
La capital llegó ser sede episcopal, lo que humillaba aun más el orgullo del invasor.
Una vez capturado su hijo y sucesor, éste y el cadáver de su padre, que yacía desde hacía años en Bobastro, son crucificados entre la cabeza de un perro y la de un cerdo.
La hija de Ben Hafsún moriría mártir y posteriormente sería reconocida como Santa Argentea por la Iglesia Católica.
CESÁREO JARABO JORDÁN (Gascueña, Cuenca,1953) relata en forma novelada la crónica de la heroica existencia de aquel reino que plantó cara al Islam en la misma retaguardia de Córdoba.
Lo que pretende en esta obra dedicada al caudillo Omar Ben Hafsún es exponer con la máxima exactitud y respeto a las fuentes, principalmente árabes, la increíble y apenas conocida proeza de un hombre que pudo haber dado un empuje decisivo a la Reconquista.
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